El ex piloto de carreras belga Tony Gillet creó Gillet Automóviles para hacer su sueño realidad de crear el mejor coche deportivo de carretera del mundo. Su primer modelo, el Vertigo, se presentó al mundo en 1992. Con un motor de 2L, con turbo y cuatro cilindros en línea (el mismo usado en el Ford Sierra RS Cosworth), y una carrosería con numerosas curvas, el Vertigo estaba sin dudas a la altura de su nombre.



Más adelante se hicieron otras modificaciones en el Vertigo para prepararlo para la competición en las carreras nacionales de Bélgica. En 1998, tras una drástica remodelación, se equipo al modelo de producción con el V6 de 3 L y 24 válvulas del Alfa Romeo GTV/166, que rendía 220 CV, el coche se presentó al Campeonato de Bélgica de Turismos.




La velocidad del Vertigo lo situo en la clase superior de vehículos, pero debido a las limitaciones en los fondos para gastos de funcionamiento, y considerando que en cada carrera participaban unos 50 coches, no tuvo un éxito muy sonado. Sin Embargo, ese año también participó en la ronda de Bélgica del Campeonato de Deportivos de la FIA, en el que terminó décimo en la general y ganó también la clase GTG contra rivales mundialmente famosos como el Lamborghini Diablo, el Porsche 911 y el Lotus Elise.




 En 2002, el motor del Vertigo de carrera se sustituyó por un V6 de 3.8 L con capacidades monstruosas: 910 CV a 8.950 rpm. Era un supercoche muy exclusivo, un coche nacido en uno de los países más pequeños de Europa.